viernes, 18 de julio de 2014

ARCHIVO 7 CLERKS

Uno de mis directores favoritos emerge de una tradición insospechada, pero que en los 90s eclosiono en una generación de directores de renovado ingenio y variadas temáticas. Los teóricos la llaman “Generación X” pero a mí me gusta el termino directores Fanboys (Para los no acostumbrados al termino, un Fanboy es un aficionado a los comics, el cine, las series de televisión, o cualquier otra manifestación cultural considerada “ligera”) Entre estos directores Fanboys, se destacan nombres bastante improbables, como Jim Jarmusch, músico aficionado y ayudante de fotografía de Wim Wenders , los hermanos Coen, cuyos primeros trabajos los vincularon con el desmedido y genial Sam Raimi. Robert Rodríguez, que comenzó dirigiendo a sus hermanos en películas caseras. Quentin Tarantino, antiguo dependiente de una tienda de videos, y acomodador en un cine porno. 

Y, como les decía, mi favorito. Kevin Smith. Un simpático aficionado a los comics, barbado y gordito, que en 1994 dirigió una brillante comedia sobre dos amigos que atienden, respectivamente, una tienda de abarrotes, y un videoclub. Dante y Randall son un par de jóvenes típicos, justo en el momento de decidir cuál es el rumbo que tomara su vida. Mientras tanto, trabajan, o al menos simulan que lo hacen. Y platican de todo tipo de temas, como las consecuencias de laborar  en la estrella de la muerte, o los tópicos de la pornografía en turno. Organizan partidos de hockey en el techo de la tienda, hablan de mujeres, pelean con los clientes o cierran la tienda para visitar un funeral.

Esta película posee uno de los mas vertiginosos ritmos que he visto en una comedia, diálogos ingeniosos que hacen referencia a todo tipo de temas de la cultura de masas. Y situaciones que rayan en el sinsentido, y que a veces le otorgan los protagonistas y a veces corren a cargo de una extraña pareja de personajes secundarios, Jay y Silent Bob, interpretados por Jason Mewes y el mismo Kevin Smith. Estor personajes, un par de vagos y traficantes de drogas, que se la viven en el exterior de la tienda, serán personajes recurrentes de otras producciones del director.

El mayor merito de la película se da en lo autentico de sus diálogos, en una época en que la comedia norteamericana había alcanzado una cota inferior de bobería en cuanto a lenguaje, temática y forma. Sé que es el año de Forrest Gump (Robert Zemeckis) pero, para mostrar mi punto, diré que es el año de loca academia de policía 7 (Alan Metter) Súper detective en Hollywood 3  (John Landis) y Ricky Ricon (Donald Petrie) solo para mencionar algunos títulos.

Realizada en 21 días, grabado en la tienda de abarrotes donde trabajaba el mismo Kevin Smith, filmada el blanco y negro, y financiada, entre otras fuentes, por la venta de parte de la colección de comics del director (Escribo esto y se me parte el corazón) esta película es, al mismo tiempo, opera prima del director, una de las películas más rentables dada su inversión contra su recaudación (250 mil dólares contra casi 4 millones de recaudación, a pesar de lo limitado de su estreno) y una de las mas celebres comedias independientes de todos los tiempos. Y debido a ello, la recomendación de esta semana del pollo cinéfilo. Y no solo esta, sino cada una de las películas de este orgulloso hijo de Nueva Jersey. Les garantizo que valen mucho la pena.

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