Uno de mis
directores favoritos emerge de una tradición insospechada, pero que en los 90s
eclosiono en una generación de directores de renovado ingenio y variadas temáticas.
Los teóricos la llaman “Generación X” pero a mí me gusta el termino directores
Fanboys (Para los no acostumbrados al termino, un Fanboy es un aficionado a los
comics, el cine, las series de televisión, o cualquier otra manifestación
cultural considerada “ligera”) Entre estos directores Fanboys, se destacan
nombres bastante improbables, como Jim Jarmusch, músico aficionado y ayudante
de fotografía de Wim Wenders , los hermanos Coen, cuyos primeros trabajos los
vincularon con el desmedido y genial Sam Raimi. Robert Rodríguez, que comenzó
dirigiendo a sus hermanos en películas caseras. Quentin Tarantino, antiguo
dependiente de una tienda de videos, y acomodador en un cine porno.
Y, como les
decía, mi favorito. Kevin Smith. Un simpático aficionado a los comics, barbado
y gordito, que en 1994 dirigió una brillante comedia sobre dos amigos que
atienden, respectivamente, una tienda de abarrotes, y un videoclub. Dante y
Randall son un par de jóvenes típicos, justo en el momento de decidir cuál es
el rumbo que tomara su vida. Mientras tanto, trabajan, o al menos simulan que
lo hacen. Y platican de todo tipo de temas, como las consecuencias de laborar en la estrella
de la muerte, o los tópicos de la pornografía en turno. Organizan partidos
de hockey en el techo de la tienda, hablan de mujeres, pelean con los clientes
o cierran la tienda para visitar un funeral.
Esta
película posee uno de los mas vertiginosos ritmos que he visto en una comedia,
diálogos ingeniosos que hacen referencia a todo tipo de temas de la cultura de
masas. Y situaciones que rayan en el sinsentido, y que a veces le otorgan los
protagonistas y a veces corren a cargo de una extraña pareja de personajes secundarios,
Jay y Silent Bob, interpretados por Jason Mewes y el mismo Kevin Smith.
Estor personajes, un par de vagos y traficantes de drogas, que se la viven en
el exterior de la tienda, serán personajes recurrentes de otras producciones
del director.
El mayor
merito de la película se da en lo autentico de sus diálogos, en una época en
que la comedia norteamericana había alcanzado una cota inferior de bobería en
cuanto a lenguaje, temática y forma. Sé que es el año de Forrest Gump (Robert Zemeckis) pero, para mostrar mi punto, diré
que es el año de loca academia de policía
7 (Alan Metter) Súper detective en
Hollywood 3 (John Landis) y Ricky Ricon (Donald Petrie) solo para
mencionar algunos títulos.
Realizada
en 21 días, grabado en la tienda de abarrotes donde trabajaba el mismo Kevin
Smith, filmada el blanco y negro, y financiada, entre otras fuentes, por la
venta de parte de la colección de comics del director (Escribo esto y se me
parte el corazón) esta película es, al mismo tiempo, opera prima del director,
una de las películas más rentables dada su inversión contra su recaudación (250
mil dólares contra casi 4 millones de recaudación, a pesar de lo limitado de su
estreno) y una de las mas celebres comedias independientes de todos los
tiempos. Y debido a ello, la recomendación de esta semana del pollo cinéfilo. Y
no solo esta, sino cada una de las películas de este orgulloso hijo de Nueva
Jersey. Les garantizo que valen mucho la pena.
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