jueves, 31 de julio de 2014

ARCHIVO 11 BARTON FINK


Los hermanos Ethan y Joel Coen, el director bicéfalo, como son apodados en el medio, son sin lugar a dudas, sinónimo de lo que en EUA es llamado “cine independiente” Este pollo cinéfilo los cuenta entre sus realizadores  favoritos, y de la docena de películas que han dirigido hasta la fecha (15, está bien, no sean tan quisquillosos) indudablemente una de mis preferidas es Barton Fink(Hermanos Coen  1991) una extraña cinta que describe las peripecias de un exitoso dramaturgo neoyorquino que es reclutado para escribir el Hollywood durante la década de los 40s. Una vez llegado a la Meca del cine, y alojado en un perturbador y deteriorado hotel, se le encomienda la escritura de un guion para una cinta de lucha libre. Sin saber nada del medio, y bloqueado creativamente, Barton trata por todos los medios de  salir de su bache creativo. Traba amistad con un vecino de habitación que es vendedor de seguros viajante, es halagado por su patrón, un magnate Hollywoodense, y recibe un desigual apoyo de un escritor  alcohólico y amargado, y de la  secretaria y amante de este. Pronto, comenzara a perder la cabeza mientras se hunde en la desesperación de su labor infructuosa. Y eso solo será el primer paso de una espiral de bloqueo, obsesión y horror.

Este resumen intenta no arruinarles nada de la anécdota de la cinta. Y no le hace la más mínima  justicia a una de las historias mejor contadas de los hermanos Coen. Repleta de simbolismo, de referencias culturales, de momentos brillantes, espeluznantes o graciosísimos, esta película que podría ser clasificada como una comedia negra o como una película de terror y no dejaría en mal ninguna de las denominaciones, es una parábola sobre el bloqueo creativo, una crítica virulenta al intelectualismo, a la industria del cine, a la misma labor creativa.  Escrita en un periodo de tres semanas, según los Coen como una manera de distraerse y distanciarse de la elaboración de Miller´s Crossing (Hermanos Coen 1990) esta brillante cinta cuenta con actuaciones magistrales, como la de John Turturro encarnando a Fink y  la de John Goodman como su vecino de habitación, Charlie Meadows. Ambos personajes con momentos y diálogos inolvidables.

La crítica la recibió de muy buena manera, aunque a nivel comercial no haya tenido tanta suerte. En su momento tuvo nominaciones a los premios de la academia, y es, hasta el día de hoy, la única película que ha merecido la Palma de oro en Cannes, al mismo tiempo que el premio a Mejor director y Mejor Actor.  Para los críticos y analistas cinematográficos, es un autentico pozo de interpretaciones, y de ha dicho de ella que retrata personajes como el novelista  William Faulkner, los magnates del cine  Jack Warner y Louis B. Mayer y Clifford Odets, dramaturgo y guionista cinematográfico, Así como que guarda referencias al Fascismo, al Holocausto y a la esclavitud, entre muchísimas otras alusiones.


Con claras influencias del cine de Polanski, de Kubrik, de Preston Sturges, de Hitchcock, entre muchos otros; Esta historia que a ratos nos hace preguntarnos incluso, cuanto de lo que estamos viendo está ocurriendo de verdad en la cinta, y cuanto esta solo en la imaginación del protagonista o  (para acabar de perturbarnos, si me permiten esta extrapolación un tanto ingenua)  incluso si nuestro protagonista existe de verdad. Barton Fink  es, se los garantizo, una película que hay que ver más de una vez. Y que será entretenida y perturbadora cada vez que la vean. La recomendación de esta semana del pollo cinéfilo.

martes, 29 de julio de 2014

ARCHIVO 10 JOHN MUERE AL FINAL


Debo reconocer que cuando encuentro alguna rareza cinematográfica, me lleno de felicidad, y la mayoría de las veces, me siento impelido a compartir ese descubrimiento con el mundo. De vez en cuando, me ataca el egoísmo, y quisiera conservar ese placer para mi solo (No ocurre muy frecuentemente, y la mayoría de las veces, sucede con películas de zombies y serie B, así que créanme, les hago un  favor) 

Uno de esos momento llego cuando vi la ultima película hasta el momento, del realizador  nacido en Trípoli, pero crecido en California, Don Coscarelli. Diría que tal vez lo conozcan por la pesadillesca y extraña saga Phantasm (1979, 1988, 1994 y 1998) o por la ya muy bizarra El señor de las bestias (1982) Pero igual no es así.

John dies at the end (Don Coscarelli 2012) nos narra la historia de dos amigos. David y John. Son dos inadaptados desertores escolares que, dedicados a meramente sobrevivir como jóvenes modernos, se topan con una nueva droga callejera, apodada salsa de soya. Esta droga promete abrir las puertas de la percepción más allá de los límites normales. La advertencia es que, tras tan transcendental viaje, tal vez lo que regrese no seas exactamente tú. Resulta que esto, es completamente cierto. La droga les abrirá una puerta de percepción extraordinaria, y los hará conscientes de una invasión transdimensional, contra la que solo ellos pueden combatir. ¿Lograran  detener el horror que se cierne sobre toda la humanidad?... No, lo más probable es que no.

Narrada con saltos atrás y adelante, perturbadores flashbacks y vueltas de tuerca, esta trepidante comedia negra con visos de fantasía trasgrede géneros. Arranca como un recuento de pesadillas recurrentes, para saltar a una entrevista en un restaurante chino entre uno de los protagonistas y un periodista a quien ha elegido para decirle la verdad. A partir de allí, la historia se desenvuelve con constantes giros, callejones sin salida y vueltas en círculo argumentales. Desde Donnie Darko (Richard  Kelly 2001) no tenía la oportunidad de ver una cinta que me obligara a verla una segunda y una tercera vez, para captar detalles que había pasado por alto. Lo que la vuelve tan interesante es que dentro de su retorcida trama, se las arregla para ser cuidadosamente coherente. Para jugar con espacios, tiempos lugares, situaciones, y conseguir, en el universo propio de la película, comunicarnos la sensación de que la realidad no es lo que percibimos a nuestro alrededor. Que mas allá de los límites que imponen nuestros sentidos, hay otro mundo del que solo somos víctimas inermes. Si a ustedes les gustan estos juegos de cajas chinas de fantasía, John muere al final  les otorgara un par de horas de estrafalaria diversión. A mí me las proporcionó. Más de una vez, debo confesar.

viernes, 25 de julio de 2014

VAMOS A JUGAR AL INFIERNO


El cinéfilo es un animal curioso. Hablo en gran medida a título personal, pero creo que alguno estará de acuerdo allí afuera.  Cuando ocupamos una butaca de cine, nos recorre un escalofrió de anticipación. Luego, las luces se apagan y durante un centenar o mas de minutos (A veces mucho mas) nos sumergimos en alguno de los mundos que los cineastas han preparado para nosotros. Romance, horror, amistad, guerra, valor, belleza y fealdad. Paisajes extraterrestres, ambientes mínimos, trayectos como escenarios. Todo es válido y posible.  A veces, deslizarnos en esos mundos es tan sencillo que el cine podría incendiarse  y apenas lo notaríamos. A veces, la historia esta tan mal contada que nunca abandonamos la butaca. Sion Sono dirige con Jigoku de naze Wariu (2013) una fabula fílmica que cae en la primera categoría. Una historia que destila cariño por el cine.

Los Fuck bombers son un conjunto de amigos que sueñan con realizar la mejor película de la historia. Tendrán su oportunidad cuando se crucen en mitad de la guerra entre dos clanes de Yakuzas.   Mafiosos, padres, madres, cinéfilos dementes, enamorados atolondrados, una infantil actriz de comerciales, convertida en caprichosa femme fatale, un joven peleonero avocado a ser  el Bruce Lee japonés,  criminales transmutados  en actores, camarógrafos y técnicos de sonido. 

Todo esto y mucho más se conjuga en una cinta  delirante, sangrienta, vertiginosa y muy entretenida.  Una historia que denota que amar al cine implica muchas cosas. Degustar el cine de Kurosawa y también el de Lucio Fulci. Las queridas producciones de la Golden Harvest y las brillantes obras de Cinecittá. Combinar en la maleta de los recuerdos las producciones de Troma con Citizen Kane, y a Tarantino con Fassbinder, con Wenders, con Mojica Marins. Algo de casi todos encontraran en la historia que el veterano Sono compone con Vamos a jugar al infierno. Una historia en la que no nos parece improbable que exista un Dios del cine. Que usa la sangre y la violencia con desparpajo, que se permite a veces incluso ser critica e incisiva, burlándose del moderno quehacer fílmico, y denostando a aquellos que hacen cine solo por las ganancias.  Y cuando, tras la caótica matanza final, nada queda en pie excepto el director, aun veremos un final que no es tal, porque en el cine, las historias nunca terminan del todo hasta que no escuchamos el grito de corte.

Les recomiendo con mucho entusiasmo Vamos a jugar al infierno. Es uno de esos postres cinematográficos que, si nos descuidamos, se nos vuelven pelis de culto a la vuelta de dos años. Nada me gustaría más, pero en esto de ser cinéfilo, acepto que lo de oráculo es lo que más suele fallarme. Véanla y juzguen.


jueves, 24 de julio de 2014

ARCHIVO 9 EL HOMBRE QUE VIVIÓ EN UN ZAPATO


Es muy reconfortante encontrar rarezas cinematográficas (No sé si ya he dicho eso antes, y si es así, les pido perdón por repetirme. Pero es cierto) en festivales, cineclubes, tiraderos, o en el simple boca a boca de los cinéfilos. Hace poco me recomendaron la película que ahora motiva esta reseña. El hombre que vivió en un zapato (Gabriella Gomez-Mont 2011) Opera prima de una documentalista que, como primer trabajo, escogió retratar la vida de un hombre que, como mínimo, está aquejado de una locura excepcional.
José Luis “el güero” Robles Gil es un hombre extraño, por decir lo menos. Vive en una casa junto a su anciana madre, su esposa y su hijo adolescente. No tiene recamara pues él y su mujer pernoctan en el suelo. Su hijo los acompaña tendido en un sillón. Aunque la casa es amplia, la mayor parte de ella está dedicada a servir de almacén para los miles de proyectos en los que José Luis se enfrasca. Y que incluyen maquetas, modelos, y decenas de miles de hojas de papel llenas de cálculos numéricos, dibujos y bocetos, entre otras muchas cosas que ni siquiera se nos muestran, porque el verdadero catalogo de las locuras del protagonista  no se encuentra en el espacio, sino en el tiempo.


José Luis es visto en la película, a través de los ojos de todos los que lo rodean. Su sufrida y amorosa esposa, a la que, según ella  misma declara, apenas unos meses después de conocerla y cortejarla, llevo a su casa para encerrarla en una recamara por un año, antes de sacarla para llevarla al altar. Su hijo, que mantiene con él una extraña y ambivalente relación de amor y odio, cariño y falta de respeto, burla y genuina admiración. Sus hermanos, un autentico muestrario de compulsivos del orden, la limpieza o la corrección, según sea el caso.

 José Luis es visto a través del tiempo, como colaborador temprano de Roció Boliver, la después celebre performancera Congelada de uva, como extraño vagabundo que llevaba una pantalla de lámpara en la cabeza, y que así interactuaba con el mundo (Por cierto. La familia Robles Gil sostiene que en esos años, visito una “escuela de matemáticas” que sospecho, era la Facultad de Ciencias de la UNAM. ¿Alguno de mis lectores sabrá si este dato es correcto?) 

Como habitante de un basurero en el sur de la ciudad, que generó extraños lazos con sus vecinos. Pero dejando de lado lo espectacular o extraño de su comportamiento, lo verdaderamente excepcional, es la manera en que este hombre ve al mundo. Como un simple escalón, como un compartimento de una realidad fantástica. José Luis sostiene que posee los secretos de esos mundos alucinantes. La llave hacia una realidad mejor que la que alcanzan a ver nuestros ojos. Y es aquí donde el documental tiene su mayor acierto. Nos deja decidir si el “Güero” es un mitómano, un embustero genial, un simpático orate parlanchín y desobligado.  O un iniciado con secretos que apenas podemos intuir. Un hombre que ha trascendido a la realidad gris que todos conocemos, y que decidió que su vida iba a ser un cuento de hadas. Y tuvo el coraje de hacerlo realidad. Su directora, en una entrevista, resume muy bien el mensaje de su película en un verso de Poeta en Nueva York de García Lorca. “…En donde el sueño tropieza con su realidad, allí mis pequeños ojos…” Vean El hombre que vivió en un zapato. Vale la pena.

martes, 22 de julio de 2014

ARCHIVO 8 BUSCANDO A SUGARMAN


Ciertas historias parecen inventadas aunque los documentales pretendan ser historias tomadas del natural. Food Inc. (Robert Kenner  2008) presenta a la transnacional Monsanto como una agrupación de supervillanos y Sicko (Michael Moore 2007) nos hace pensar que es Satán mismo quien dirige los programas de salud en EUA. Ahora el ganador del premio de la academia a mejor documenta 2012, Searching for Sugarman (Malik Bendllejoul ) nos trae una historia que parece una ficción.

Sixto Rodríguez era un joven trovador en Detroit en los 70s. Su primer disco,  Cold fact,  recibió muy buenos comentarios de sus productores, y estaba lleno de hermosas canciones poéticas y criticas, autenticas reseñas urbanas. El disco no tuvo la menor resonancia (Su productor dice que tal vez haya vendido 6 discos…No, no es una broma) y Rodríguez grabo un segundo LP: Coming  from reality. Que obtuvo la misma recepción inexplicable. Tras dos fracasos de este calibre, Rodríguez desapareció. Este podría ser en final de la historia. Pero entonces algo ocurrió.

Uno de sus LP tuvo un curioso destino. Una chica lo llevo a Sudafrica, donde comenzó a ser escuchado y pirateado por una sociedad  sumergida en la peor parte del tristemente celebre Apartheid, el sistema de segregación racial que volvió a esa nación paria entre los países de la época. Allí, Cold Fact se volvió un disco mítico, buscado y codiciado por una juventud que, ansiosa de himnos, encontró en las letras de este anónimo cantautor de raíces mexicanas, identificación y voz. Allí comenzó la leyenda. Ante la ausencia de datos del músico, se tejieron leyendas, rumores y anécdotas sobre el, que incluían un triste final, cuando Rodríguez, decepcionado por el fracaso, se baño en gasolina durante un concierto y se prendió fuego.
La película nos muestra, pues, el fenómeno de un músico que fracaso estrepitosamente en su país, mientras se volvía, sin saberlo, una super estrella en Sudafrica (Los entrevistados lo equiparan a los Beatles y lo consideran superior en impacto y fama a Elvis Prestley) Y el documental abunda en anécdotas sobre el impacto del disco entre la juventud, la censura que sufrió, la influencia sobre una generación de músicos que trataban de luchar desde la trinchera artística contra el Apartheid, así como lo que significó como banda sonora de una generación.


El documental es vertiginoso. Tiene materiales extraídos de una docena de fuentes, que varían de calidad visual o auditiva, pero que conforman un tapiz extraordinario de aquella época. Y el sountrack  está  compuesto por canciones del propio Rodríguez. Una serie de melodías tristes y evocadoras que nos dejan la sensación curiosa al escucharlas, de ser algo ya conocido, aunque sea la primea vez que las escuchamos. Y que nos lleva a preguntarnos como es que alguien con tan enorme talento no alcanzó una mayor popularidad. Otra circunstancia del filme, esta dada por la reacción de incredulidad del público, sobre todo el joven, frente a la historia. Una crónica así les parece imposible. El fenómeno les resulta ajeno. Nadie puede perderse y mantenerse anónimo en nuestros días hiperconectados. Pero hubo un tiempo en que un océano de distancia era tan lejos como decir otro planeta y que conseguir la música de alguien estaba mucho mas lejos que un par de clicks. Aun más, se los aseguro. Vean Buscando a Sugar man. Les aseguro que saldrán fascinados de esta maravillosa historia que parece de inventada, pero que no lo es. 


POSDATA : El pasado 13 de mayo de 2014, Malik Benjelloul se suicido a los 36 años de edad, malogrando de esta manera una prometedora carrera, y agregando su propio capitulo a esta extraña historia de olvidos inexplicables y eventos incomprensibles que es, la carrera de Rodríguez. Vaya desde aquí un respetuoso minuto de silencio. Que descanse en paz. 
Para Malik 


sábado, 19 de julio de 2014

PANICO 5 BRAVO

!!!!!!ALERTA. ESTE POST CONTIENE SPOILERS SOBRE LA PELICULA¡¡¡¡¡¡

Existen premisas cinematográficas que se podrían llamar “apuestas seguras” porque al iniciarse su planteamiento, no nos cabe duda de que serán emocionantes.  Un conjunto de personas extrañas obligadas a compartir un espacio pequeño, atrapadas o confinadas. Un grupo de amigos o compañeros enfrentados a un evento imprevisible y peligroso. Una pareja acosada por extraños lunáticos o monstruos, son argumentos que en el thriller sabemos que arrojaran resultados emocionantes. Tomen este ejemplo. 4 compañeros, ocupantes de un vehículo de rescate en la frontera México-Estados Unidos, reciben una madrugada una llamada de auxilio, y contemplan frente a ellos un hombre herido. Estos paramédicos son de EUA y el herido yace  a unos metros de su vehículo, pero en tierra Mexicana. Tras unos momentos de duda, y no por motivos muy altruistas, cruzan la frontera y levantan al herido. Este solo hecho los conducirá a una pesadilla, pues su ambulancia es chocada y volcada, y los malheridos paramédicos deberán enfrentarse al horror de unos misteriosos atacantes, criminales que desean recuperar a su paciente, y que están dispuestos a lo que sea para lograrlo.

Yo lo reconozco. Una premisa así me invita al cine. La peli podrá no ser muy original, ni demasiado imprevisible. Pero seguro es emocionante, y tendrá su buena dosis de suspenso.
Bueno, resulta que no es así. Pánico Bravo 5 (Kuno Becker 2014) es un enrevesado filme con demasiados huecos argumentales. Sus héroes son poco más que caricaturas, sin un solo rasgo de profundidad. Sus villanos son peores, porque son alternativamente tan brillantes como para poner en jaque a las autoridades del país, y organizar secuestros internacionales, y tan bobos como para ignorar el viejo dicho materno de “No metas la mano en esa rendija. Se ve peligrosa” Kuno Becker no supo decidir si su historia era una aventura violenta, una comedia negra, una historia de sobrevivencia, una crítica acerba sobre la situación de violencia que vive nuestro país, o una película de terror con elementos de conspiración y dobles intenciones. Huelga decir que al final, no es ninguna de estas cosas. Es solo una deslucida historia de violencia y groserías en dos idiomas.

El guion, también de Becker, está lleno de detalles extraños. En boca de uno de los  personajes, se manifiesta una conspiración gringa para invadir a México,  exacerbando el problema de la droga hasta que se obligue a la intervención, como ocurrió con Irak y el asunto de las armas de “destrucción masiva”. Los protagonistas  son compañeros de tiempo atrás, pero son capaces de ocultarse dobles vidas los unos a los otros de manera sencilla. Y cuando el arrollador clímax de la película se presenta, hay una pretenciosa escena final donde un herido Kuno Becker, tras masacrar a todos los ocupantes de la ambulancia, apunta directamente al espectador y dispara, concluyendo la cinta.  Por lo que vimos, ese disparo bien hubiera podido ocurrir en los créditos iníciales. Y nos ahorrábamos el viaje de hora y media a ninguna parte.

Hasta tiene una demoledora frase final de Albert Einstein, como epitafio de su cinta “El mundo es un lugar peligroso, no por los que hacen el mal, sino por los que se no hacen nada para evitarlo” Temo sonar pretencioso, pero esta frase es solo una paráfrasis de una, mucho más antigua, del filosofo Ingles Edmund  Burke “Para que el mal triunfe, solo hace falta que los hombres buenos no hagan nada”
Becker se interpreta a sí mismo. Raúl Méndez sigue siendo desperdiciado, y en esta ocasión, tan solo interpreta una variación de su personaje de Matando Cabos (Alejandro Lozano 2004) Botcha. Los actores interpretan lo que se escribió para ellos, pero es claro que ni Henry Richardson (A quien tal vez hayan visto en la web-serie basada en el popular juego Castlevania) ni Dan Rovzar, ni Aurora Papile tienen mucho espacio para trabajar.

Lo repito. Se agradece el esfuerzo. Pero en este caso, bastaba un poco  de trabajo en el guion para que la película fuera infinitamente más impresionante.  Es una lástima que no fuera así. 

viernes, 18 de julio de 2014

ARCHIVO 7 CLERKS

Uno de mis directores favoritos emerge de una tradición insospechada, pero que en los 90s eclosiono en una generación de directores de renovado ingenio y variadas temáticas. Los teóricos la llaman “Generación X” pero a mí me gusta el termino directores Fanboys (Para los no acostumbrados al termino, un Fanboy es un aficionado a los comics, el cine, las series de televisión, o cualquier otra manifestación cultural considerada “ligera”) Entre estos directores Fanboys, se destacan nombres bastante improbables, como Jim Jarmusch, músico aficionado y ayudante de fotografía de Wim Wenders , los hermanos Coen, cuyos primeros trabajos los vincularon con el desmedido y genial Sam Raimi. Robert Rodríguez, que comenzó dirigiendo a sus hermanos en películas caseras. Quentin Tarantino, antiguo dependiente de una tienda de videos, y acomodador en un cine porno. 

Y, como les decía, mi favorito. Kevin Smith. Un simpático aficionado a los comics, barbado y gordito, que en 1994 dirigió una brillante comedia sobre dos amigos que atienden, respectivamente, una tienda de abarrotes, y un videoclub. Dante y Randall son un par de jóvenes típicos, justo en el momento de decidir cuál es el rumbo que tomara su vida. Mientras tanto, trabajan, o al menos simulan que lo hacen. Y platican de todo tipo de temas, como las consecuencias de laborar  en la estrella de la muerte, o los tópicos de la pornografía en turno. Organizan partidos de hockey en el techo de la tienda, hablan de mujeres, pelean con los clientes o cierran la tienda para visitar un funeral.

Esta película posee uno de los mas vertiginosos ritmos que he visto en una comedia, diálogos ingeniosos que hacen referencia a todo tipo de temas de la cultura de masas. Y situaciones que rayan en el sinsentido, y que a veces le otorgan los protagonistas y a veces corren a cargo de una extraña pareja de personajes secundarios, Jay y Silent Bob, interpretados por Jason Mewes y el mismo Kevin Smith. Estor personajes, un par de vagos y traficantes de drogas, que se la viven en el exterior de la tienda, serán personajes recurrentes de otras producciones del director.

El mayor merito de la película se da en lo autentico de sus diálogos, en una época en que la comedia norteamericana había alcanzado una cota inferior de bobería en cuanto a lenguaje, temática y forma. Sé que es el año de Forrest Gump (Robert Zemeckis) pero, para mostrar mi punto, diré que es el año de loca academia de policía 7 (Alan Metter) Súper detective en Hollywood 3  (John Landis) y Ricky Ricon (Donald Petrie) solo para mencionar algunos títulos.

Realizada en 21 días, grabado en la tienda de abarrotes donde trabajaba el mismo Kevin Smith, filmada el blanco y negro, y financiada, entre otras fuentes, por la venta de parte de la colección de comics del director (Escribo esto y se me parte el corazón) esta película es, al mismo tiempo, opera prima del director, una de las películas más rentables dada su inversión contra su recaudación (250 mil dólares contra casi 4 millones de recaudación, a pesar de lo limitado de su estreno) y una de las mas celebres comedias independientes de todos los tiempos. Y debido a ello, la recomendación de esta semana del pollo cinéfilo. Y no solo esta, sino cada una de las películas de este orgulloso hijo de Nueva Jersey. Les garantizo que valen mucho la pena.

jueves, 17 de julio de 2014

CHEF A DOMICILIO


Soy un firme creyente de que no hay nada como ese cine en el que el director, el escritor o el productor, se ponen a trabajar en una historia que les conmueva de alguna manera, que los haya tocado o que estén interesados en contar. Ese, al final, es el gran secreto del cine. Tener algo que comunicar. Jon Favreau, célebre por su participación en el mega proyecto de Marvel comics al coordinar el segmento Iron Man y dirigir las dos primera entregas del vengador de la armadura dorada, ha cambiado radicalmente sus terrenos de dirección. Su más reciente trabajo  película, Chef (Jon Favreau 2014) reúne a varios de sus colaboradores habituales, como Robert Downey Jr, y Scarlett Johanson con talentosos actores como Jhon Leguizamo y Dustin Hoffman. Para contarnos una historia sobre un Chef atrapado en un trabajo de mediano éxito pero que ya no lo estimula. Una pelea en twitter con un crítico gastronómico lo pondrá en el centro de una tormenta mediática, que desembocara en su despido. Y esto lo obligara a reevaluar su vida entera, su fallido matrimonio, la relación distante y accidentada con su hijo, y sus sueños pospuestos. Aquí está el argumento de la película entera.

Sin embargo, no es ni de lejos, una buena descripción de la cinta. Favreau consigue retratar maravillosamente ese mundo extraordinario que es la cocina. La manera en la que fotografía el proceso de crear guisos es fascinante y muy intima. En más de una ocasión se descubrirán salivando por lo que en la pantalla está ocurriendo (Advertencia: No la vean si tienen mucha hambre. Ocurrirá que se saldrán del cine a buscar comida) El sountrack de la película es otra delicia, salpicado de música cubana, en versiones clásicas o en covers. La película funciona como una maravillosa road movie que recorre los Estados Unidos desde Florida hasta los Ángeles, mostrando gastronomía, paisajes y música en un tapiz que demuestra que ninguna otra tierra en el mundo reúne, en tan poco espacio, tantas maneras distintas de comer, cantar y vivir. Hace algún tiempo mencione que EUA es  un enorme muégano cultural y racial. La película de Jon Favreau  es un tapiz que demuestra mi punto. Y que señala que lo que dije, no es de ninguna manera un insulto o un menosprecio. Solo una descripción.

Hay defectos, claro que los hay. Jon Favreau dirige para la comida. Su historia es reposada, no tiene grandes altibajos, y le falta un poco de punch. Es tremendamente real, y eso quizá a algunos les parezca aburrido. Pero lo que si considero en detrimento de la historia es que no sabe fotografiar sus escenas más dramáticas. Aquellas en las que debería lucirse. Los diálogos de sus personajes, que son realistas y bien trabajados, se resquebrajan en horribles secuencias de Plano-Contraplano que marean en más de una ocasión. No puede darle una visión a sus diálogos más íntimos, y es allí donde radica el defecto de Chef a domicilio.


El director se permite en esta película, deslizar una patada bajo la mesa a la comunidad de críticos, y jugar con las modernas redes sociales, como Vine, Twitter y You Tube. Protagonizada por el mismo Favreau, que interpreta sin estridencias su propio guion, es una disfrutable cinta que, sin ser ninguna obra maestra, divierte, emociona y deja que uno pase un par de horas en el cine pensando que deberían hacerse más películas de este estilo en Hollywood. Para variar.

EL PLANETA DE LOS SIMIOS: CONFRONTACIÓN


Tras un muy buen inicio con Planeta de los simios: Revolución (Rupert Wyatt 2011) la saga de los orígenes de un mundo donde los humanos nos hemos colocado al borde de la extinción y los chimpancés dominan el planeta, continua con Dawn of he planet of the apes (Matt Reeves 2014) manteniendo guionistas y productores de la primera entrega. La película es agradable de ver y estaba perfectamente encaminada con su antecesora. Pero una vez más, Reeves, compañero de andanzas cinematográficas del popular J. J. Abrahams, desde mi perspectiva se queda un poco corto.

La historia es retomada diez años después de la primera entrega. La humanidad, diezmada por la enfermedad conocida como “Gripa de los monos” ha quedado convertida en una tribu de sobrevivientes escasa y sin muchos recursos. La tribu del chimpancé Cesar ha prosperado en los bosques Californianos, suponiendo que la humanidad se extinguió. Una partida de seres humanos tomara contacto no muy afortunado con los monos. Y la cercanía de las dos comunidades, con sus intereses particulares, desembocara en un conflicto previsible. 

Sin arruinarles la trama, esta sería más a o menos la sinopsis de la película. Le encuentro virtudes, sobre todo al guion, que se permite desarrollar mucho mas algunas de las características de sus personajes, primates velludos y calvos.  Eso le da a la cinta un ritmo lento a ratos. Pero la acción se vuelve vertiginosa en la segunda parte del filme, y a partir de allí no nos da tregua hasta el final.
Pero Reeves no tiene, creo yo, cariño por la película. Esta cinta carece de los dramáticos momentos de la primera, de las confrontaciones, y de un cierto sentido de “Grandiosidad” que poseen todas las anteriores películas del tema (Me rehúso a reconocer el remake de Tim Burton. Estoy seguro que hasta él se niega a reconocerlo) La franquicia Planeta de los simios es una de las más respetadas y admiradas sagas de ciencia ficción, al menos en lo que a distópias se refiere. Y esta película cojea justamente de esa extremidad. Es quizá, por llamarla de alguna manera, demasiado “domestica”. Sus imágenes más impresionantes provienen de otras cintas, y yo, al menos, no reconozco ninguna que le vaya a ser privativa a esta entrega.

Punto a favor. Hay un mejor trabajo con los efectos especiales, y la CGI es mucho menos notoria, lo que da a la historia un aire mucho más natural, más cercano. Otro acierto del guion es darnos personajes verdaderos, realistas, mejor trabajados. La tentación de volver a los chimpancés emisarios bucólicos de la paz y a la humanidad restos enloquecidos de una estirpe sangrienta y depredadora pudo haber sido grande. Aquí podemos ver la confrontación de dos especies inteligentes, con sus propios intereses, prejuicios, deseos, virtudes y defectos. Y en esta paleta ficticia, hay una oportunidad para evaluar nuestras propias ambiciones. Uno de los objetivos de la ciencia ficción es obligarnos a cuestionar nuestra naturaleza, y alterando un paradigma, forzarnos a pensar que haríamos frente a situaciones extremas. Me gusta pensar que mucha de la buena fantasía  cinematográfica seria como un dulce que resultara ser nutritivo. Este Reboot de la saga que iniciara con El planeta de los simios (Franklin Schaffner 1968) y que nos explica la vida del mítico Cesar, ha continuado para explicarnos la guerra entre humanos y simios. Y aunque le podría faltar algo de potencia, la explicación es creíble y digna de verse. Pero juzguen ustedes mismos. Vaya a ver una película que cuenta con muy ilustres antecesores. 

miércoles, 16 de julio de 2014

ARCHIVO 6 SHERLOCK HOLMES Ö LA REINVENCIÓN DE UN CLASICO


Jorge Ibargüengoitia dijo alguna vez que un clásico podía ser definido como aquello que llevaba una idea hasta la última consecuencia, la remataba y la dejaba inservible. Es decir, creía que una idea podía ser inutilizada simplemente fabricando su mejor exposición, de tal manera que a partir de ese momento, no podamos más que hacer citas.

Esta verdad se aplica a muchas disciplinas artísticas, pero en el cine tiene curiosos desafíos. Todos conocen la maravillosa Nosferatu De Murnau, pero algunos cinéfilos creen que el remake de Werner Herzog compite en belleza con su original, y abre un sendero de erotismo y poesía del que carece la original. La primera versión de la cosa del otro mundo posee un encanto particular de vieja serie B, pero la reinvención de John Carpenter es mucho mas claustrofóbica, obscura y aterradora que su original. Infernal Affairs, del Hongkonés Andrew Lau es una joya del cine violento, pero Scorcesse logró volverla un espectacular juego de gato y ratón bien dirigido, que mereció Oscares y admiración por todo el mundo, al menos empatando a su original.  Y podemos contar por decenas las recreaciones de un mismo personaje que tiene un lugar en el corazón de sus seguidores. Como el Zorro, el conde Dracula y Robin Hood.


El célebre detective de Baker Street no sería la excepción. la creación del doctor Conan Doyle es inmortal por derecho propio, padre o por lo menos abuelo de los personajes de comics (Bob Kane, el creador de Batman, siempre reconoció dos deudas fundamentales. la que visualmente tenia con Da Vinci, y la que en personalidad debía a Holmes) antecedente de los héroes de Pulp (Los primeros héroes gráficos entre los que están Tarzan, Doc Savage y el Llanero Solitario) referencia indispensable de la literatura de detectives, y una de las personalidades de ficción mas populares de todos los tiempos ( Una de sus últimas reencarnaciones es doctor y responde al nombre de Gregory House)

 El genial detective Sherlock Holmes ha estado en la pantalla cinematográfica desde la época en que su creador aun estaba vivo. Su primera aparición en la pantalla de plata data de 1903. Y desde entonces, ha visto más de 200 películas y ha sido representado por más de 70 actores distintos. (Es el personaje de ficción mas representado) Es entonces justo preguntarse si debe haber otra película de él. Y Guy Ritchie ha demostrado que si. Un clásico debe reinventarse, mantenerse fresco, y ser presentado a las nuevas generaciones. Entre otras cosas, para que no sigamos creyendo que Dan Brown invento las conspiraciones, la señora Rowling a los magos y Stephenie Meyer a los vampiros y los hombres lobo.


La película posee el toque inconfundible de Ritchie, que hace una pausa de su saga Rockanrolla, para mostrarnos un Londres victoriano que es el antecedente del que ha mostrado en Juegos, trampas y dos armas humeantes (1998) y en la genial Snatch (2000) En este escenario, Holmes enfrenta un enigma de naturaleza más bien sobrenatural, con el raciocinio frio que lo caracteriza, secundado por un doctor Watson al que Jude Law consiguió encarnar como lo concibió su autor, gallardo y valeroso, en lugar de como el patiño ingenuo, gordo e inútil que anteriores versiones nos habían dado.

 Robert Downey Jr., que ha tomado un segundo aire y vuelto al nivel que le conocimos en los días de Chaplin (Richard Attemborough 1992) y Asesinos por naturaleza (Oliver Stone 1994) nos da a un Holmes desaseado, maniaco y divertido, sin dejar de ser el genio deductivo que esperamos ver, y que usa sus talentos de maneras innovadoras, entre las que se cuenta un talento para las peleas a puño limpio por las que Ritchie siente verdadera fascinación. La película es tan genuinamente clásica, que incluso la participación de Irene Adler, encarnada por Rachel McAdams, parece más bien forzosa para incluir atractivo femenino. No porque el mito de Holmes lo requiera.


Una recomendación del pollo cinéfilo para iniciar el año. Con una secuela más que anunciada y la demostración de que nuestro amado detective aun no hace, a despecho de su mismo autor, su ultimo saludo en el escenario.





martes, 15 de julio de 2014

ARCHIVO 5 LA REDADA



Soy un entusiasta del cine de acción. Y tengo una especial fascinación por el cine de artes marciales. Cada tanto, una película hace impacto en este genero, del que se cuentan producciones por decenas. Como en el caso del cine de horror, en de acción es un genero que se alimenta de nuevas ideas, aunque en el fondo, posee formulas comunes, impuestas y aceptadas, de manera que innovar en estos tipos de cine representa el doble reto de sorprender sin salirse de la ortodoxia que ha quedado ya determinada.  En los principios de este año, una cinta logro llamar la atención de la audiencia, siendo galardonada en el festival de cine de Toronto, y atrayendo la atención de varias productoras Hollywoodenses. Me refiero a la producción Indonesa  The raid: Redemtion (Gareth Evans 2011)


La trama es simple, como en toda buena producción del género.  Una veintena de policías de elite realizan una redad en un peligrosísimo barrio de Yakarta, con objetivos que no parecen muy claros. Su intención parece ser la de hacerse con el jefe local de la venta y tráfico de drogas, que vive en un edificio al que parece haber convertido en su bunker personal. Al principio la operación parece funcionar de maravilla. Pero antes de que nos demos cuenta, el plan se viene abajo, los oficiales son descubiertos y sitiados, y lo que parecía ser una operación de rutina, se vuelve un  infierno. El jefe mafioso sella el edificio, y lanza una consigna. Todos los criminales que viven y trabajan allí, tienen carta blanca para masacrar a los policías. Que deberán luchar para sobrevivir.


Y eso es todo. La siguiente hora y media, asistimos a un trepidante y desmedido espectáculo de coreografías de peleas, balaceras, explosiones, acrobacias y tensión, cuyo ritmo no decae en ningún momento. La película nos deja claro en los primeros segundos quienes serán los héroes, y a partir de allí, sin desviarse, nos hace acompañarlos en una resbaladilla de acción con muy pocos respiros. No hay  demasiada  profundidad, pero a la película no le hace falta (De vez en cuando, es agradable ver una película que se dedica a contarnos justo lo que se propone, sin artificio ni pretensión) lo que veremos es una aventura sin respiro en la que se nos deja, incluso, jugar con los valores de policías y criminales, como para demostrar que la lealtad y el honor, pueden estar en ambos bandos, y que si eres un criminal noble, acabaras mucho mejor, por ese simple hecho, de lo que acabara el cobarde o el corrupto. Caray, no quiero exagerar, pero a mí ya me hacía falta una peli así.
La trama gusto tanto que los derechos de la cinta ya están adquiridos para hacer la versión  gringa (Ya ven que a los norteamericanos casi no les gusta en cine extranjero) aunque con una pequeña fuga indeseada, que provocó  que Dredd (Pete Travis 2012) la película sobre el personaje de comic Judge Dredd que acaba de estrenarse (Y que ya había sido llevado al cine con resultados desiguales con Sylvester Stallone como protagonista) fuera, casi descaradamente, una copia del argumento de The raid. Para los que gustan de discutir acerca del cine pirata.


Si les agradan como a mí, las tardes de amigos, bebidas, botanas y una buena peli de acción, The raid: Redemtion es una gran elección. Si detestan este tipo de cine, les diría que le dieran una oportunidad. Pero no lo hare. No quiero que me hagan saltar la cabeza de una patada la siguiente vez que nos encontremos en un pasillo, y decidan hacerme la crítica con artes marciales que hayan visto por culpa de una recomendación mía.  Una petición encarecida del pollo cinéfilo.

AQUI EL TRAILER DE LA PELICULA