Los
hermanos Ethan y Joel Coen, el director
bicéfalo, como son apodados en el medio, son sin lugar a dudas, sinónimo de
lo que en EUA es llamado “cine independiente” Este pollo cinéfilo los cuenta
entre sus realizadores favoritos, y de
la docena de películas que han dirigido hasta la fecha (15, está bien, no sean
tan quisquillosos) indudablemente una de mis preferidas es Barton Fink(Hermanos Coen
1991) una extraña cinta que describe las peripecias de un exitoso
dramaturgo neoyorquino que es reclutado para escribir el Hollywood durante la
década de los 40s. Una vez llegado a la Meca del cine, y alojado en un
perturbador y deteriorado hotel, se le encomienda la escritura de un guion para
una cinta de lucha libre. Sin saber nada del medio, y bloqueado creativamente,
Barton trata por todos los medios de salir
de su bache creativo. Traba amistad con un vecino de habitación que es vendedor
de seguros viajante, es halagado por su patrón, un magnate Hollywoodense, y
recibe un desigual apoyo de un escritor alcohólico
y amargado, y de la secretaria y amante
de este. Pronto, comenzara a perder la cabeza mientras se hunde en la
desesperación de su labor infructuosa. Y eso solo será el primer paso de una
espiral de bloqueo, obsesión y horror.
Este
resumen intenta no arruinarles nada de la anécdota de la cinta. Y no le hace la
más mínima justicia a una de las
historias mejor contadas de los hermanos Coen. Repleta de simbolismo, de
referencias culturales, de momentos brillantes, espeluznantes o graciosísimos,
esta película que podría ser clasificada como una comedia negra o como una
película de terror y no dejaría en mal ninguna de las denominaciones, es una
parábola sobre el bloqueo creativo, una crítica virulenta al intelectualismo, a
la industria del cine, a la misma labor creativa. Escrita en un periodo de tres semanas, según
los Coen como una manera de distraerse y distanciarse de la elaboración de Miller´s Crossing (Hermanos Coen 1990)
esta brillante cinta cuenta con actuaciones magistrales, como la de John
Turturro encarnando a Fink y la de John
Goodman como su vecino de habitación, Charlie Meadows. Ambos personajes con
momentos y diálogos inolvidables.
La crítica
la recibió de muy buena manera, aunque a nivel comercial no haya tenido tanta
suerte. En su momento tuvo nominaciones a los premios de la academia, y es,
hasta el día de hoy, la única película que ha merecido la Palma de oro en
Cannes, al mismo tiempo que el premio a Mejor director y Mejor Actor. Para los críticos y analistas cinematográficos,
es un autentico pozo de interpretaciones, y de ha dicho de ella que retrata personajes
como el novelista William Faulkner, los
magnates del cine Jack Warner y Louis B.
Mayer y Clifford Odets, dramaturgo y guionista cinematográfico, Así como que
guarda referencias al Fascismo, al Holocausto y a la esclavitud, entre
muchísimas otras alusiones.
Con claras
influencias del cine de Polanski, de Kubrik, de Preston Sturges, de Hitchcock,
entre muchos otros; Esta historia que a ratos nos hace preguntarnos incluso,
cuanto de lo que estamos viendo está ocurriendo de verdad en la cinta, y cuanto
esta solo en la imaginación del protagonista o
(para acabar de perturbarnos, si me permiten esta extrapolación un tanto
ingenua) incluso si nuestro protagonista
existe de verdad. Barton Fink es, se los garantizo, una película que hay que
ver más de una vez. Y que será entretenida y perturbadora cada vez que la vean.
La recomendación de esta semana del pollo cinéfilo.