En los
últimos años, DC cómics ha aplicado sus esfuerzos cinematográficos hacia la
animación, dejando un poco de lado las adaptaciones de sus obras con actores
reales (Tan sólo la saga del caballero nocturno de Nolan ha tratado de sacar la
cara para hacer frente a la invasión Marvel cómics en lo que a superhéroes se
refiere). En ese terreno, los resultados han sido desiguales, pues van desde
lamentables trucos publicitarios como La
muerte de Superman (Bruce Timm, Lauren Montgomery, Brandon Vietti 2010)
hasta ingeniosas adaptaciones de
historias nacidas de los comics, como Crisis
en las dos tierras (Sam Liu, Lauren Montgomery 2010) pasando por muestras
de las aventuras de la Mujer Maravilla, Linterna verde y el favorito de muchos,
por su complejidad como personaje de historieta. Me refiero a Batman.
Frank
Miller y David Mazzuchelli crearon hace algunos años una historia donde se
exploraba el primer año de actividades
del encapotado de ciudad Gótica (Cosa muy adecuada, ya que fue Miller quien escribió
en los 80s el último caso de Batman en su celebre novela gráfica Dark Knigth Returns, uno de los cómics
más celebrados de todos los tiempos). En esta historia, se nos muestra a un Bruce
Wayne que regresa a Ciudad Gótica después de 12 años, en los que se ha
preparado en todo el mundo para iniciar su cruzada contra el crimen, que le arrebató a sus padres. Tiene las
habilidades físicas y deductivas para ser un luchador contra el crimen, pero
carece de experiencia o método. Al mismo tiempo que él, a la ciudad llega un
oscuro teniente de policía, James Gordon. Trae consigo a una esposa embarazada,
y la mala fama de honradez que le genero denunciar a algún compañero en su
anterior comisión. A partir de allí, la historia se mueve de manera paralela,
narrando las aventuras de ambos personajes, el policía honrado en una ciudad
corrupta, y el millonario que trata de encontrar la manera de llevar a cabo su
misión. El destino terminará uniéndolos de manera sorprendente.
Este cómic
sirve de guía para la adaptación animada, que es idéntica, aunque le roba un
poco de la corrosiva y pesimista visión de Miller, así como muchos de los
reflexivos monólogos que los personajes van hilvanando a lo largo de la novela
gráfica. Lo que nos deja es el retrato de un superhéroe que inicia sus
actividades, comete errores, y va fraguando una leyenda. Batman ha sido desde
siempre, uno de los personajes salidos del mundo de las historietas que más ha
fascinado a los creadores, tanto cineastas, como pintores, escritores y
músicos. Se debe quizá a su sesgo trágico, o a la facilidad con que su estética
más bien oscura, se adapta y permite
narrar todo tipo de historias.
El personaje ha pasado por todo tipo de
altibajos, desde la época de sus primeros seriales, cuando la máscara parecía hecha
con calcetines, hasta la moderna armadura negra que vistió Christian Bale,
pasando por la adaptación de Burton, y el risible Batman de Adam West, que
incluso se permitía bailar twist. Y ahora, próximamente, Ben Affleck sera el hombre murciélago. Y medirá fuerzas con Superman.
De tal
suerte que, si eres aficionado a los dibujos animados, o seguidor del caballero
de ciudad Gótica, o simplemente te gustan las historias de acción con algo más
de substancia que el común denominador, Batman,
Año uno es una buena opción. Una recomendación del pollo cinéfilo.
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