sábado, 30 de agosto de 2014
UNA PEQUEÑA AUSENCIA
En esta ocasión me he ausentado un poco de este rincón por causas ajenas a mi voluntad. Espero que está ausencia concluya en unas pocas horas. Por la paciencia de mis posibles lectores. Gracias.
jueves, 21 de agosto de 2014
ARCHIVO 16 GRITOS EN EL PASILLO
Es algo
bien sabido que en cuestión de películas de horror, cuenta mucho el modo en que
se nos presenta la historia. Una y otra vez nos han contado las andanzas del
conde Dracula y toda la fraternidad de hematófagos que le anteceden y proceden.
Las andanzas de los hombres lobo han sido alteradas hasta hacerlas casi irreconocibles.
Las presentaciones variadas para la
posesión satánica se nos multiplican. Y recién pude ser testigo de la gran
alteración del tema Actividad paranormal. Lo mudamos de ciudad, filmándolo en Tokio, en
idioma Japonés, y queda irreconocible (No, no es cierto, pero parece que
alguien en los estudios lo creyó)
Esta larga
parrafada, tiene como objeto minimizar su reacción, ante la siguiente
declaración. Acabo de ver una magnifica película de terror. Y está
protagonizada por cacahuates.
Si aun
siguen leyendo, es porque ya están acostumbrados a lo que escribo. Sé que iba a
minimizar mis colaboraciones sobre el cine de terror, pero les juro que esta
cinta que a continuación reseño, de verdad vale la pena.
Un famoso
ilustrador de cuentos infantiles, es llamado a un hospital siquiátrico. El
director del mismo desea que el artista cree murales en las paredes del
manicomio, con la intención de hacer del lugar un sitio menos lúgubre. Creyendo
que ayuda a la terapia de los internos, el artista acepta. Pero pronto se da
cuenta de que algo extraño ocurre en el asilo. Durante las noches, es testigo
de extrañas apariciones. Y mientras trabaja, escucha alaridos en los pasillos.
Y poco a poco se va sumergiendo en una atmosfera cada vez más enloquecedora,
que le revelará que el lugar donde se encuentra, lentamente se va convirtiendo
en una prisión.
No quiero
hablar más de la anécdota de la película, para no arruinárselas a mis lectores.
Y de todas maneras, aun hay que aclarar mi descripción inicial. Esta película
española, dirigida por Juanjo Ramírez, y lanzada en 2007, lleva el merito
adicional de estar protagonizada por cacahuates, en una innovadora manera de
hacer animación. Sacando gran partido de sus decorados en miniatura, la cinta
nos presenta una fotografía que es una delicia, al mismo tiempo que un copioso
homenaje al género, en el que desfilan referencias a Nosferatu, a Gabinete del
doctor Caligari, al primer Dracula,
y a cintas mucho más modernas, como Atrapado
sin salida o Pi.
Sin
embargo, la efectividad de Gritos en el
pasillo supera la peculiaridad de su realización. Es una autentica cinta de
horror con todas las de la ley. Intrigante, oscura y bien narrada. Que sean
unos cacahuates y no actores, quienes están atrapados en esta pesadilla, no la
hace ni menos interesante ni menos
atractiva. Y a pesar de que
seguramente ese será el detalle que la gente recuerde mas, si ayuda a que
durante hora y media, nos dejemos envolver por este oscuro cuento de terror
botanero (Nunca mejor aplicado) los creadores habrán acertado a la hora de elegir
el vehículo para contar su historia. Trayéndonos una película sui generis, divertida
y alucinante.
martes, 19 de agosto de 2014
ARCHIVO 15 EL CINE GORE
Dentro del festival de cine MACABRO 2009,
exhibido en el centro cultural universitario y la cineteca nacional, una de las
cosas que más llamo la atención fue la retrospectiva dedicada a Herschell
Gordon Lewis, para muchos cinéfilos, el cineasta padre del genero Gore.
Bautizado así por la gran cantidad de sangre que se muestra en pantalla, es irónico
que, al menos como genero escénico, el espectáculo de las vísceras y la sangre ya
tuviera una denominación cuyo nombre se asocia hoy con cosas muy diferentes.
Guiñol.
En 1888 cuando el teatro de Grand Guignol
presentaba sus espectáculos en Paris, la descripción que los críticos hacían de
este teatro de marionetas era algo parecido a esto. “Historias sobre esposas
infieles y maridos igualmente infieles, que perpetraban espantosas venganzas en
las que abundaban las estrangulaciones, las extremidades cercenadas, los ojos
arrancados y la locura rampante, todo esto representado entusiásticamente en el escenario”¿ Curioso,
no?
La retrospectiva que les mencionaba, estaba
compuesta por cinco películas de entre toda la filmografía de Gordon Lewis. Blood feast(1963)2000 Maniacs(¡964),Color me
blood red(1965)The wizard of gore (1971)
y The gore gore girls (1975) De
ellas, solo me referiré a Dos mil
maniacos, ya que aparte de ser una de las películas canonícas del género ,
implantó muchas de las tradiciones que después se seguirían en toda película de
ese estilo. El grupo de jóvenes alocados que llegan a un pueblo clásico, los
extraños amistosos y al final dementes, la mezcla de humor negro y horror, las
bandas sonoras que parecieran no terminar de encajar en el conjunto. Y
cubetadas de sangre. Gordon Lewis pronto tuvo imitadores, seguidores,
detractores y, también hay que decirlo, directores que lo superaron. Salto al
comic, del que había estado desterrado por años debido al “Código”, a la
literatura, a las artes plásticas incluso.
Y comenzó a evolucionar.
Se convirtió en “Ultragore” gracias a los japoneses y su curioso experimento: Una
serie de películas conocidas como Guinea
pig La segunda de las cuales, La flor
de carne y sangre (Ideshi Hino1985) engendró
uno de los mitos más interesantes del
cine: El Snuff. La violencia real capturada en cámara. En
este terreno, Hino fue obligado a mostrar la manera en que realizo sus efectos
de tortura, debido a que una denuncia del actor norteamericano Charlie Sheen,
hizo creer al FBI que la película era la grabación de una tortura real. Otro
tanto pasaría al director de Holocausto
caníbal (Rugero Deodato 1979) cuyas imágenes de violacion y empalamiento
son enormemente realistas, y cuya infamia se debe a que las muertes de animales
que se observan en ella, si son reales.
Después,
por lo menos estéticamente hablando,
hubo una vuelta más de tuerca con el Splatter,
en el que la sangre y vísceras se volvieron prácticamente otro protagonista de
las historias. Sin exagerar.
Con
el Gore se rompió uno de los últimos tabúes del cine.
La aparición de sangre en cámara. Si se toma en cuenta que ya se habían
realizado decenas de películas sobre vampiros, criaturas sanguinarias por
excelencia, sin mostrar una gota de sangre, se puede ver que la censura en ese
terreno era muy fuerte.
Quizá el mas importante de los antecedentes
cinematográficos de esta época, fue el que inauguro el norteamericano Roger
Corman, cineasta bajo cuya tutela crecerían una veintena de directores que
cambian la manera de hacer cine, y entre cuyos alumnos aparecen nombres como
Spielberg, George Lucas, Martin Scorsese y George Romero.
Corman
iniciaría la corriente llamada “Pesadilla americana” (American nightmare)
dentro de la cual aparecerían muchas de las películas Gore mas emblemáticas,
como Texas chainsaw massacre(Tobe
Hooper 1974) Dawn of the death
(George Romero 1978) y Nigthmare on Elm
street (Wes Craven 1984) Esta corriente de las películas de terror se
basaba en la subversión de los valores americanos, y en algunos casos, del
ataque a los mismos, a veces debido a criaturas externas, pero mucho mas
frecuentemente, debido a los mismos participes de estos valores. Así
aparecieron las películas sobre asesinos seriales, sobre diversos
profesionistas maniacos, sobre montañeses caníbales y degeneradas criaturas que
merodeaban en la oscuridad de túneles subterráneos. Esta “Pesadilla americana”
fue la respuesta creativa a un ambiente engendrado por la desconfianza, el
desencanto y la ruptura posterior los
sesentas. En particular, se conoció como
Slasher al tipo de películas en las que un maniaco de cualquier índole
armado de un cuchillo, se abría paso entre personas, y a través de ellas.
El Gore se volvería con los años
posteriores a su nacimiento un género extremadamente rentable, que produciría
cientos de títulos; Como con cualquier otro, cuando la producción aumentó, la
calidad promedio bajo sensiblemente. Y
aunque produciría muchas joyas a lo largo de los años, para las cuales la
permisividad del género era una verdadera herramienta, estas se ahogaron en los
mares de sangre y tripas que la industria produjo en los años siguientes. La
mayoría de los espectadores asocian estas películas con argumentos baratos,
muchísimos efectos baratos, algún desnudo ocasional y muy poca lógica.
El Gore ha dejado de ser un género presente
en el cine actual. Aunque la sangre sigue siendo un factor en el cine moderno,
ya no lo protagoniza. Pero la fascinación por la violencia sigue estando presente, y prueba de ello es
el éxito de modernas producciones como Hostal
(Eli Roth 2005) The human centipede 1 y 2 (Tom Six 2010 y 2011) o la saga de SAW. Aun queda por decir si el género conseguirá evolucionar o
desaparecerá. Comparte junto con la pornografía, el apelativo de “Maldito”
debido a que tiene tantos detractores como seguidores. Pero como en el festival
MACABRO se dijo En el inicio, fue la
sangre.
sábado, 16 de agosto de 2014
MAS NEGRO QUE LA NOCHE 2014
Debo decir
que no me gusta hablar mal de las películas. Lo hago, si, pero siempre existe
una sensación de culpabilidad, porque comprendo el trabajo artístico, y el
enorme esfuerzo que conlleva poner en escena, laborar para conjuntar talentos,
para obtener patrocinios, para llevar a cabo un sueño. Debido a ello, procuro
no hacer muchas reseñas de películas que no me gusten. Siguiendo la política de
“Sí no tiene s nada bueno que decir, no digas nada” De vez en cuando, sin
embargo, ocurre que creo que merece la pena hacer la crítica de algo que
no me agradó. Tal es el caso en esta ocasión.
Carlos
Enrique Taboada es uno de esos cineastas mexicanos que la posteridad
injustamente no ha colocado del todo en su lugar, como el garbanzo de a libra
que es. Escritor de guiones magistrales, director de películas de gran
efectividad y complejidad, cultivador de un género despreciado en México, que
es el terror, este cineasta ha producido varias de las más extraordinarias
cintas de nuestra filmografía. Hasta el viento tiene miedo (1968) El Libro de piedra (1968) Veneno para las hadas ( 1984) y Mas negro que la noche (1975) Tres de
estas cintas ya sufrieron el traumático remake,
y es de esta ultima de la que me ocupare ahora.
En el
original, 4 chicas recibían la noticia intempestiva de que una de ellas había heredado
una fortuna de una tía olvidada. La única condición, cuidar a la mascota de la
difunta. Un gato negro llamado Bécquer. El gato muere y una horrible maldición se
desata sobre las culpables. Todo en una atmósfera de casona, con un delicado
toque de suspenso y horror. El gato es un protagonista ominoso, un fantasma
furtivo, y su venganza es plenamente justificada.
En el
remake, 4 chicas “modernas” una de las
cuales hereda un gato y una mansión, son aterrorizadas por las apariciones de
su ama de llaves silenciosa. Una de ellas lentamente es poseída por el espíritu
de la tía muerta, mientras las otras se preparan para ser abono de jardín.
Menudean los sustos de casa del terror, no hay un asomo de lógica, escuchamos
voces de ultratumba que parecen bromas de borrachos, casi esperamos ver
fantasmas de sabanas y a Scooby Doo en algún momento, los cortes de edición son
tan descuidados que juro que hay una secuencia en el clímax, que está montada
al revés.
Nada queda
del original. La casa es lóbrega y la escenografía correcta. Pero no hay
historia. Se nos muestran datos que nunca vuelven a mencionarse. Hay una niña
fantasma en la película porque TODA CINTA DE TERROR DEBE TENER UNA NIÑA
FANTASMA. Solo por eso. El gato es un accesorio que desaparece, cuando en el
original es crucial y protagónico. Margarita Sanz, una gran actriz, teje su
papel de manera competente, y a ratos incluso sobresaliente, superando incluso
la mala escritura del mismo. Pero ni ella puede salvar lo que es una película incoherente.
Presentarla como la primera película mexicana en formato 3D solo hace aun mas
pretenciosa la cinta. Porque podrían haber realizado el experimento con un
guion original, y no con un material que los productores ni siquiera se
molestaron en comprender en su elegancia y belleza.
Por lo que
a mí respecta, no gasten su dinero en ver Mas
negro que la noche (Henry Bedwell) Quédense con la original. Y finjamos
todos que esto simplemente no paso.
jueves, 14 de agosto de 2014
ARCHIVO 14 BATMAN AÑO UNO
En los
últimos años, DC cómics ha aplicado sus esfuerzos cinematográficos hacia la
animación, dejando un poco de lado las adaptaciones de sus obras con actores
reales (Tan sólo la saga del caballero nocturno de Nolan ha tratado de sacar la
cara para hacer frente a la invasión Marvel cómics en lo que a superhéroes se
refiere). En ese terreno, los resultados han sido desiguales, pues van desde
lamentables trucos publicitarios como La
muerte de Superman (Bruce Timm, Lauren Montgomery, Brandon Vietti 2010)
hasta ingeniosas adaptaciones de
historias nacidas de los comics, como Crisis
en las dos tierras (Sam Liu, Lauren Montgomery 2010) pasando por muestras
de las aventuras de la Mujer Maravilla, Linterna verde y el favorito de muchos,
por su complejidad como personaje de historieta. Me refiero a Batman.
Frank
Miller y David Mazzuchelli crearon hace algunos años una historia donde se
exploraba el primer año de actividades
del encapotado de ciudad Gótica (Cosa muy adecuada, ya que fue Miller quien escribió
en los 80s el último caso de Batman en su celebre novela gráfica Dark Knigth Returns, uno de los cómics
más celebrados de todos los tiempos). En esta historia, se nos muestra a un Bruce
Wayne que regresa a Ciudad Gótica después de 12 años, en los que se ha
preparado en todo el mundo para iniciar su cruzada contra el crimen, que le arrebató a sus padres. Tiene las
habilidades físicas y deductivas para ser un luchador contra el crimen, pero
carece de experiencia o método. Al mismo tiempo que él, a la ciudad llega un
oscuro teniente de policía, James Gordon. Trae consigo a una esposa embarazada,
y la mala fama de honradez que le genero denunciar a algún compañero en su
anterior comisión. A partir de allí, la historia se mueve de manera paralela,
narrando las aventuras de ambos personajes, el policía honrado en una ciudad
corrupta, y el millonario que trata de encontrar la manera de llevar a cabo su
misión. El destino terminará uniéndolos de manera sorprendente.
Este cómic
sirve de guía para la adaptación animada, que es idéntica, aunque le roba un
poco de la corrosiva y pesimista visión de Miller, así como muchos de los
reflexivos monólogos que los personajes van hilvanando a lo largo de la novela
gráfica. Lo que nos deja es el retrato de un superhéroe que inicia sus
actividades, comete errores, y va fraguando una leyenda. Batman ha sido desde
siempre, uno de los personajes salidos del mundo de las historietas que más ha
fascinado a los creadores, tanto cineastas, como pintores, escritores y
músicos. Se debe quizá a su sesgo trágico, o a la facilidad con que su estética
más bien oscura, se adapta y permite
narrar todo tipo de historias.
El personaje ha pasado por todo tipo de
altibajos, desde la época de sus primeros seriales, cuando la máscara parecía hecha
con calcetines, hasta la moderna armadura negra que vistió Christian Bale,
pasando por la adaptación de Burton, y el risible Batman de Adam West, que
incluso se permitía bailar twist. Y ahora, próximamente, Ben Affleck sera el hombre murciélago. Y medirá fuerzas con Superman.
De tal
suerte que, si eres aficionado a los dibujos animados, o seguidor del caballero
de ciudad Gótica, o simplemente te gustan las historias de acción con algo más
de substancia que el común denominador, Batman,
Año uno es una buena opción. Una recomendación del pollo cinéfilo.
martes, 12 de agosto de 2014
ARCHIVO 13 EXIT THROUGH THE GIFT SHOP
Cuando
alguien utiliza tu puerta o el exterior de las paredes de tu casa como lienzo
para pintar, es poco probable que te parezca una obra de arte. Desde siempre,
el graffiti ha sido una manifestación artística sujeta a
gran controversia. Para algunos es simple vandalismo, para otros, el intento de
integrar la plástica a nuestras asfixiantes ciudades, de una manera osada e
inusitada. Moderno tribalismo pictórico, códigos criminales velados y así
podríamos seguir. Aunque no es ni de cerca el primero, Exit througth the gift shop es un interesante documental en torno a
esta temática. Dirigido por Bansky, un moderno grafitero y artista urbano, este
documental arranca con la obsesión de un inmigrante francés en Estados Unidos, Thierry
Guetta,
por el cine (debería decir por la mera captura de imágenes) primero,
luego por el graffiti, y tras una primera temporada tras los pasos de Space Invader,
Shepard Fairey (Famoso hoy por el poster
en azul y rojo que compuso para la campaña presidencial de Barack Obama) Monsieur André, Zeus(un artista
extraordinario que se especializa en pintarle sombra a los objetos cotidianos) y otros, su encuentro fortuito y
definitorio con Banksy.
A partir de
aquí, veremos un fenómeno sorprendente. El documentalista se convierte en
objeto de observación, y el observado pasa a volverse un testigo ocular de la mutación
de nuestro cineasta en una moderna figura del arte moderno. La primera parte
nos da un formidable recorrido espástico por el arte urbano, prácticamente in
situ, ya que Guetta sigue a los artistas hasta “la escena del crimen” el lugar
donde plasman su obra. La segunda parte, Banksy observa a un hombre que parece
incapaz de plasmar en una cinta coherente lo que ha visto. Guetta no tiene
lenguaje, ni propósitos, ni incluso, la sensibilidad e inteligencia para
realizar su película. Pero al mismo tiempo, descubre que no debe hacerla. Que
puede, en lugar de un testigo, volverse el protagonista. Inicia su carrera de
artista urbano. Es aquí donde la película alcanza su clímax. Porque a través de
los ojos de Banksy, vemos literalmente la fabricación de un artista plástico,
partiendo prácticamente de la nada. Guetta, que aparentemente es un analfabeto
artístico, se transformara a fuerza de pose, trabajo demencial, publicidad y
promoción, en un exitoso artista plástico: Míster
Brainwash.
Es justo
aquí donde la película alcanza sus mejores momentos. ¿Es Mr. Brainwash un verdadero artista plástico? ¿Es al menos una voz
interesante en el panorama pictórico? ¿Su trabajo no es solo la acumulación de
lugares comunes artísticos y mucha superficie sin substancia? ¿Es un plagio lo
que hace? (Y aquí cabe destacar que el mismo Banksy, a pesar de su celebridad
como fenómeno contracultural, ha sido acusado de plagio, mercantilismo y
oportunismo artístico) Para poder decirlo es necesario ver la película, toda la
obra de Mr. Brainwash, y aun así, es
probable que no podamos tener un fallo definitivo. La misma película lo
sugiere, cuando dictamina que será el tiempo el que decida si lo que estamos
viendo es arte o no. Desde mi perspectiva, es un experimento social fascinante,
que trata una vez mas de colocar bajo la lupa al arte, intentando
viviseccionarlo, sin saber que se trata de una labor imposible por definición.
Si el arte está vivo, encerrarlo, partirlo, taxonomizarlo, solo lo destruye,
volviéndolo inalcanzable. Una gran propuesta fílmica, en su año nominada al Oscar a mejor
documental. La estrambótica recomendación de esta semana del pollo cinéfilo.
viernes, 8 de agosto de 2014
CIUDADANO BUELNA
En nuestro país,
pueden reconocerse dos etapas del cine histórico. Aquel que durante años nos
mostró a los protagonistas de la
historia nacional tal y como las veíamos
en las monografías y en los idealizados retratos que cada festividad patria
adornaban las paredes. Acartonados paladines con la mente saturada de
patriotismo, que hablaban solo para soltar frases históricas a diestra y
siniestra, terribles traidores mefistofélicos sin una pizca de decencia en el corazón,
y mártires que sacrificaban hasta la última gota de sangre y bocanada de
aliento en los altares cívicos. Porque adoramos a nuestros mártires.
Luego, vino
una segunda etapa, más “inteligente”. En ella, nuestros caudillos cambiaron. Se
volvieron humanos. Bebían, reían, maldecían, albureaban, se enamoraban una y
otra vez. Ya se permitían soltar entre discurso y discurso alguna grosería muy
mexicana. Y seguían siendo tan extraños a la realidad social como los cráteres de
la luna. Si en algo ha fallado nuestro cine nacional, salvo contadísimas excepciones,
es en decirnos quién diablos fabrico la
patria.
Tomen como ejemplo dos figuras centrales de la
historia nacional. Miguel Hidalgo y Francisco Villa. El primero, elevado a la categoría
de padre de la patria, es poco menos que un santo. Retratado desde La virgen que forjo una patria (Julio
Bracho 1942) aunque hay menciones de que apareció en un cortometraje realizado
en 1907 dirigido por Felipe Haro, y que desgraciadamente no se conserva. Siempre mostrado como un anciano sabio y benevolente,
a pesar de que solo contaba 58 años en
el momento de su muerte, la figura contradictoria y compleja del cura Hidalgo no
ha sido nunca retratada de manera concienzuda en el cine (Antonio Serrano, en Hidalgo, la historia jamás contada, se salió
por la tangente y decidió que la mejor manera de “humanizar” a don Miguel era volviéndolo
mujeriego, jugador y fiestero)
Con Pancho Villa el fenómeno se repite. Poseemos
dos referencias. Pedro Armendáriz como un Villa entrañable, noble, violento,
tierno, justiciero y caprichoso en la trilogía de Ismael Rodríguez Así era
Pancho villa(1957) Pancho Villa y la
Valentina (1960) y Cuando ¡Viva
Villa...! es la muerte (1960) o como
el macho por antonomasia que le sirve de conciencia al protagonistas de Entre Pancho Villa y una mujer desnuda(Sabina
Berman e Isabelle Tardán 1996) En ninguno de los casos, el cine nos ha
permitido saber quienes son estos personajes, denostados en su tiempo, seguidos
por miles de personas, y que seguramente fueron mas que una calva o un bigote y
cananas.
Un director
mexicano que se ha acercado en más de una ocasión a los personajes históricos es
Felipe Cazals. Desde que dirigiera cortometrajes documentales sobre Alfonso
Reyes, ha dirigido Viva Zapata…muera
Zapata (1970) Aquellos años(1973)
sobre la vida de Juárez durante la guerra de Reforma y la intervención francesa,
La güera Rodríguez (1978) sobre esta
controversial figura menor de nuestra historia, Testimonios de la revolución (1986) Kino (1993) sobre el célebre misionero español , Su Alteza serenísima (2000) sobre
Antonio López de Santa Anna, Chicogrande
(2010) ambientada durante la expedición Punitiva que organizara el gobierno de
EUA para atrapar a Villa, y ahora Ciudadano
Buelna (2013) que nos narra la vida de una de las figuras olvidadas de la revolución
mexicana. El sinaloense Rafael Buelna.
Cazals es
un experto en la reproducción de los ambientes históricos. Sus películas siempre
han gozado de buena precisión histórica y el diseño de producción revela a un
director competente. Escoge a una de esas figuras que nuestra historia oficial
ha barrido bajo la alfombra, limitando la revolución a una serie de duelos de
pistola que alternativamente fueron perdiendo Díaz, Madero, Huerta, Villa,
Zapata, Carranza, Obregón y Calles, hasta la llegada del sacrosanto partido que
institucionalizó la revolución. En este grupo de ilustres desaparecidos, junto
a Buelna, se encuentran figuras como Felipe Ángeles, Eulalio Gutiérrez o Lucio
Blanco.
Buelna es aquí
retratado como un revolucionario inconforme, un idealista y sobre todo, un demócrata
rabioso que deplora a los caudillos. Cazals no puede renunciar del todo a que
su personaje este contagiado de solemnidad, y hable de vez en cuando como si
fuera la historia la que lo escucha.
Para esta historia, la revolución está protagonizada por unos cuantos
patriotas, algunos prácticos y otros idealistas, rodeados de canallas, cobardes
y oportunistas, que al final, son los verdaderos ganadores, consiguiendo
incluso usurpar un lugar en la historia que no merecen. El olvido solo es la última
afrenta que enfrentan los héroes que a Cazals le gusta retratar.
Hay reproducción
de algunos episodios históricos mexicanos que merecerían en sí mismos una película,
como el que los zapatistas protagonizaran en la convención revolucionaria de
1914 encabezada por Antonio Díaz Soto y Gama, y que es conocido como “incidente
de la bandera” o el momento en que Álvaro Obregón enfrentó un pelotón de
fusilamiento bajo órdenes del propio Buelna. Les recomiendo la cinta de Cazals Ciudadano Buelna. Hace que giremos la
cabeza en una dirección poco común. Ya solo eso, merece un reconocimiento.
martes, 5 de agosto de 2014
LA IMAGEN AUSENTE
¿Cómo podemos
retratar el dolor? Alguno responderá que es sencillo, sobre todo en estas épocas
de medios electrónicos que hacen volar una imagen de un lado a otro del planeta
en un segundo. Nada nos es ajeno en este ambiente súper conectado. Y ese podría
ser un problema. Tantas imágenes equivalen a ninguna. Tanto estimulo se pierde
como el proverbial bosque oculto tras los arboles. Es así que un hombre ha
decidido convertirse en la memoria de su tiempo y su gente. Rithy Pahn es un
director Camboyano, que vivió en carne propia uno de los grandes horrores del
siglo 20. Conocido como el periodo de la Kampuchea democrática, se trata de un
periodo negro en la historia de ese país, en el que, tras el triunfo de los
rebeldes comunistas conocidos como Jemeres rojos, entre un millón y medio y dos millones de
personas fueron asesinadas debido a que se les consideraba enemigos del estado.
Se les obligo a abandonar las ciudades, y trabajar en el campo, marchar de un
lugar a otro, carentes de alimentos, y a recibir “Re educación ideológica”, que
mayoritariamente consistía en trabajos forzados, tortura y ejecuciones
sumarias. Estos horrores hicieron
tristemente célebre el nombre de su líder. Pol Pot.
Rithy Pahn
ha dedicado muchos de sus trabajos a reconstruir el horror que el mismo sobrevivió,
y en el que el resto de su familia pereció. Con L´Image manquante (2013) realiza un conmovedor esfuerzo. Tomar las
pocas imágenes que sobre la masacre sobreviven, y complementarlas de una manera
poética y estremecedora. Con figurillas de barro pintadas, elabora dioramas en
los que retrata el horror de los campos de reeducación y las zonas de trabajos
forzados. Aquello de lo que no existen imágenes, Pahn lo reconstruye en su memoria
y para nosotros, con lo que podrían parecer inocentes artesanías. Es aquí,
donde reside la potencia demoledora del filme. Estas desvalidas figuras de
barro, representan con una crudeza extraordinaria, lo que probablemente ni
siquiera las fotos y videos de la época hubieran conseguido. El director atrapa
el dolor de su niñez en este ejército de figurillas frágiles, delicadas, contradictorias, que
sirven para retratar a verdugos y víctimas. Hay un momento, en que es necesario
girar la vista en otra dirección. Porque la elección de material no podría ser
mas desgarradora y adecuada. Somos barro, somos polvo. Estamos constituidos de
una manera muy frágil. Y somos capaces de recibir o de infligir un gran daño.
El dolor, la pérdida, la crueldad, la locura ideológica, quedan contenidos en
objetos que a cualquier mirada, podría n parecer juguetes. Pero que no lo son.
Se convierten en el complemento ideal de esta imagen ausente que el cineasta persigue
desde hace años.
Vean La imagen ausente si tienen la
oportunidad. No podría catalogarla de documental, porque un diario tan íntimo
rebasa esta pequeña denominación. Les advierto. No es una cinta sencilla de
ver. Como toda buena pieza artística, tiene algo de espejo. Da miedo saber de
lo que somos capaces como especie.
ARCHIVO 12 TERROR EN LA BAHIA
Realizar
una película de terror es adentrarse en un terreno peligroso. No solamente
porque es un genero despreciado por los cineastas “serios”, que utilizan sus elementos y retoman sus
maneras narrativas, pero rechazan ser clasificados entre sus filas (Michael
Haneke, Lars Von Trier, Roman Polansky, por citar solo algunos nombres, se
sirven de las maneras del terror para contar sus historias, pero nadie los
clasificaría como directores de miedo) El terror, hay que aceptarlo, aun es visto
por encima del hombro por sus hermanos fílmicos, como un subproducto del cine
fantástico, comercial, facilón, predecible pero sobre todo, ligero.
Yo soy un
fan del terror, y es desde esta posición que debo disentir. Es este género, el
que más se ha permitido desafiar a las buenas conciencias, a los prejuicios, a
las grandes ficciones de la vida moderna. El
gabinete del Doctor Caligary (Robert Wiene 1920) es una aterradora y
acertada profecía sobre la llegada del totalitarismo al poder. Last
House on the left (Wes Craven 1972) muestra a un conjunto de habitantes de
suburbio convertidos en verdugos y torturadores, víctimas de la violencia
urbana. Dawn of the dead (George
Romero 1978) una rabiosa critica al consumismo y la uniformización de la
sociedad moderna, usando como herramienta a nuestros queridos muertos vivos. Y
nunca una película ha retratado mejor la paranoia y xenofobia de los EUA en la
época de McCarthy que La invasión de los
usurpadores de cuerpos(Don Siegel 1956) Por citar solo unos pocos ejemplos.
El recurso
del documental es una de las nuevas armas del cine de terror, pero por
desgracia, son pocos los cineastas que han sabido sacarle partido a la
herramienta. La mayoría se limitaron a
emular el hallazgo de Eduardo Sánchez y Daniel Myrick con Blair
Witch project (1999) que tampoco es una novedad, si recordamos a Ruggero
Deodato y su deleznable Holocausto
caníbal (1980) El gran exponente actual es Oren Peli, con su larga y
aburridísima serie de Actividad
paranormal. El produce justamente, la película que reseño a continuación.
Aunque detrás de ella hay un veterano del cine. The Bay (Barry Levinson 2012)
La
película, filmada en plan falso documental, simula una denuncia filtrada al
internet por periodistas y cineastas independientes, que desean difundir un
hecho censurado por el gobierno y los medios. Nos muestra un pacifico pueblo
costero en las bahías de Chesapeake, en el que se desata una extraña enfermedad.
Al principio se manifiesta por espasmos,
forúnculos y erupciones cutáneas pero poco
a poco deriva en espantosas muertes y mutilaciones inexplicables. La comunidad
observa inerme como sus habitantes caen en una pesadilla de infestación, sin
atinar a combatir el extraño mal que los destruye. Se nos muestra la
irresponsabilidad de las autoridades, y la incompetencia de mandos médicos y
políticos para combatir una situación provocada por el deterioro ambiental, la ambición,
la irresponsabilidad y la demagogia (Si a alguien más le suena familiar esto…)
Rodada con
gran economía de recursos visuales, buen
ritmo, y aprovechando al máximo
el lenguaje documental, mostrando justo lo necesario y dejando a nuestra
imaginación el resto, esta es una de las mejores cintas de documental-terror
que he visto en los últimos años. La mano de un ganador de premio Oscar se nota
inmediatamente, lo que nos demuestra que no basta con que la herramienta
exista. Debe haber un creador sacándole el máximo partido.
Si tienen
oportunidad vean The bay. Un par de
sustos no le vienen mal a nadie de vez en cuando. Y si llevan su pequeña dosis
de crítica social, mejor que mejor.
lunes, 4 de agosto de 2014
MI GRAN OPORTUNIDAD
Las temáticas cinematográficas, en los últimos años desesperadas
por salir del limbo de inspiración en el que se encuentran, no siempre pueden
darse el lujo de desperdiciar una anécdota que parezca trivial. Las historias
de superación personal han estado allí, más o menos veladas , desde los inicios
del cine. Las hay de todos colores. Desde tragediones que, parafraseando a Don
gato, hasta matan de risa, hasta hermosas epopeyas de perseverancia dignas de
un himno. Y todo lo que cabe en medio, que déjenme decir que no es poco. Sin
llegar a estar en ninguno de los extremos antes descritos. One chance (David Frankel 2013) es una
divertida cinta que retrata la aventura de vida que significa la existencia de
Paul Potts.
Es posible que ustedes no sepan quién es este rechoncho británico.
Ganador de un concurso televisivo (Britain got's Talent) Paul alcanzó una
celebridad mayúscula cuando el video de su presentación en dicho show se volvió
viral en la internet, alcanzando más de 100 millones de reproducciones. Por
encima de todo, porque, al igual que otros vídeos de ínternet del estilo, ponía
en evidencia uno de nuestros grandes prejuicios como sociedad, al menos en
Occidente. El desmedido culto a la imagen. Que nos obliga a pensar que si
alguien parece un pobre diablo, entonces debe cantar, bailar, hablar y pensar
como uno.
Potts es un hombre con un sueño. Ser cantante de ópera. La
historia nos lo muestra profundamente comprometido con ese sueño, pero incapaz
de llevarlo a cabo, dado que la mala fortuna le da revés tras revés. Su
nerviosismo, su incredulidad ante su propio talento, aunado a esta especie de
maldición personal, lo marginan de cualquier oportunidad, excepto, como señala
el titulo de la película, de la ultima. Que, como reza el lugar común, es la
vencida. Al final, a eso se reduce la cinta. A contarnos una historia cuyo
final ya conocemos, pero que voluntariamente decidimos ignorar, como en toda
buena peli de aventuras, donde sabemos que los malos pierdan y el héroe rescatara
botín y chica, no importa cuánto conspire el universo para que no sea así.
Filmada con gran ritmo, escrita para ser conmovedora y
emocionante, Mi gran
oportunidad es de esas películas divertidas, que bien pueden verse en
el cine sin salir decepcionado, pero que quedan olvidadas un par de meses
después de su vista. Porque el fenómeno que retratan es mucho mas evocador,
emotivo y sobre todo, mucho mas escueto. Un elemento que, de vez en cuando, los
realizadores olvidan. Lo cual es triste para todos aquellos que estamos
ansiosos de que, al apagarse las luces, nos cuenten una buena historia, y lo
hagan de un modo agradable. Que le vamos a hacer.
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