miércoles, 21 de enero de 2015

LA CAZA



¿Que tan frágil es nuestra posición en la sociedad? Thomas Vinterberg, director danés famoso por su película Festen (1998) toma una historia simple en apariencia para cuestionar de manera enormemente cruel como funciona el concepto de comunidad.
Lukas es un profesor de kindergarden dedicado y cariñoso. Es divorciado, y lucha por mantener una buena relación con su hijo adolescente. Es un miembro valioso de la pequeña comunidad rural donde vive. Tiene buenos amigos e incluso, ha conseguido reencontrarse con el amor. Un día, una de sus pequeñas alumnas, Klara, le da un beso en los labios y él la reconviene, diciéndole que ese no es un gesto correcto. La niña, en un clásico berrinche infantil, dice a la directora de la escuela que ya no quiere a Lukas, y da a entender que ha sido tocada de manera incorrecta por su profesor, o al menos, que este se ha comportado de manera obscena frente a ella. A partir de este momento, dará inicio una pesadilla para el profesor. La duda ira convirtiéndolo en un paria, marginándolo de toda actividad, criminalizandolo y finalmente haciéndolo objeto de la ira del pueblo. De ser un hombre respetado, el rumor se volverá certeza, y pronto serán no uno, sino todos los niños de la escuela los que reporten haber sido abusados por Lukas. Convirtiendo su vida en un infierno de dudas y persecución. Las historias evolucionan como todo buen rumor. Pasan rápidamente de simples toqueteos a verdaderas historias de perversión y abuso prolongado. Sin un solo sustento mas que el chisme boca a boca y la elaboración en la mente de los adultos.
Lo mas interesante de la cinta, es la manera en que el director juega con la idea de la duda y el acoso. Parece enormemente sencillo culpar a un hombre de un crimen abominable. Para todos es inimaginable y fuera de cuestión que un niño pueda mentir. Incluso los mas cercanos amigos de Lukas aceptan sin cuestionar su culpabilidad. Y cada intento del hombre de arreglar las cosas es tomado como un símbolo de culpabilidad. Lo mismo su inacción inicial ante la horrible acusación, como su posterior perplejidad e ira ante la desconfianza de gente que creía cercana. Vinterberg trata la película como una elaborada parábola de la cacería. 

Matar, cercenar, mutilar, y calumniar, están profundamente enraizados en la naturaleza humana. Nos convencemos mas fácilmente de lo mas terrible que de lo mas inocente. Y preferimos un blanco a nuestras iras, un villano, antes que un héroe o un santo.
Aunque todos los actores hacen un gran trabajo, quiero destacar la actuación de Mads Mikkelsen, a quien tal vez ubiquen por su participación en las mas recientes películas del 007 o por su caracterización del doctor Hannibal Lecter en la serie de televisión. Mikkelsen caracteriza de manera extraordinaria, sensible y muy verosímil, la tragedia de un hombre acosado, convertido en objeto de odio generalizado, que no entiende que ocurre en su vida. La temática de la cinta la hizo imposible de premiar en la pasada ceremonia de los Oscares, donde estuvo nominada a mejor cinta en lengua extranjera. Desde mi muy humilde opinión, es infinitamente superior a la pretenciosa La gran belleza (Paolo Sorrentino 2013) pero no tienen que creerme. Vean Jagten (Tomás Vinterberg 2012) y decidan por ustedes mismos. Creo que esa debería ser la intención siempre.


1 comentario: